lunes, 27 de julio de 2015



Capacidad Intercultural: ¿nace o se hace?

La Interculturalidad es un tema de gran importancia hoy, tanto en el mundo de los negocios como en el día a día de la vida, pues no solo se trata de saber cómo conseguir un negocio en otro país sino como administrar las relaciones interpersonales.

En este mundo globalizado mucho se habla de la importancia de tener una mente abierta, de ser tolerantes ante las diferencias y de aceptar a los demás. Sin embargo, mas allá de decirlo, poco se hace por construir, por inculcar, por desarrollar y promover comportamientos y actitudes concretas en este sentido.

Por muy de moda que este el tema, las visiones más comunes sobre el mismo resultan bastante parciales. En un lado del espectro encontramos las personas que piensas que se nace más o menos tolerante a las diferencias, con o sin habilidades para aprender otros idiomas, o con la capacidad de entender o no por que otros se comportan de una manera determinada. En el otro lado del espectro encontramos aquellos que consideran que a través de la lectura, los recursos, coherencia y demás pueden llegar adquirir dicha conciencia intercultural.

Existe un tercer grupo que vale la pena mencionar y es aquel conformado por individuos que piensan que viajar es la mejor manera de lograrlo. Sin embargo, esta también resulta una visión parcial si no va acompañada de otras actividades, pues el hecho de tener un álbum lleno de fotos tomadas en países diferentes no constituye en si mima una muestra de interculturalidad.

La interculturalidad es un tema de gran importancia hoy, tanto en el mundo de los negocios como en el día a día de la vida, pues no solo se trata de cómo saber conseguir un negocio en otro país sino como administrar las relaciones interpersonales. ¿Alguna vez ha pensado que su hijo podría casarse con una mujer Rusa y juntos decidir criar sus nietos en Singapur?

El contexto actual nos permite adquirir bienes y servicios provenientes de cualquier lugar del mundo, y a medida que estos adquieren movilidad también lo hacen las personas, incrementando así la diversidad y la complejidad de las relaciones interpersonales.

Dicha Complejidad no es algo que pueda manejarse a punta de sentimientos o instintos pues requiere un alto nivel de conciencia y conocimiento sobre el origen de diferencias y semejanzas entre distintos seres humanos. Tampoco es algo que pueda lograrse siguiendo un manual tipo “como negociar con”, pues en las relaciones humanas confluyen un infinito número de variables que hacen de cada encuentro un episodio impredecible.

Para adquirir esta conciencia hace falta entonces lograr una combinación adecuada de conocimientos, experiencias, habilidades, instintos y emociones. Es por esto que una estrategia encaminada a desarrollar las habilidades interculturales debe buscar la adquisición de conocimientos, el desarrollo de habilidades y la acumulación de experiencias. En conclusión: las capacidades interculturales se hacen, no son innatas, no son un rasgo de la personalidad; más aún, se trata de un proceso que nunca termina pues se desarrollan, se construyen y se alimentan día a día, y solo a través de la práctica se consiguen avances concretos en este sentido convirtiendo la interculturalidad un estilo de vida.

Robledo Ardila, C. (2012) Capacidad Intercultural: ¿nace o se hace?. Recuperado de http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/capacidad-intercultural-nace-hace/150906

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. La interculturalidad no se limita a la ubicación del ser humano dentro de un sitio específico un lugar, un espacio. La interculturalidad se basa en hacer de la esencia de los demás seres una oportunidad de conocimiento, una posibilidad de aprendizaje, una manera de comprender que la existencia no es nuestra vida sino nuestra relación con los demás. Es la base de las negociaciones encontrar en el otro el poder de su existencia y el valor que puede brindar a la nuestra.

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